El miércoles pasado volví a Sevilla una ultima vez porque el proximo lunes tengo mi iniciación a la maestría de Reiki. Aproveché para quedar con mi amigo Perico y practicar The Rocket II juntos en Plaza De Armas al llegar en Sevilla. Perico ha sido uno de los maravillosos encuentros que me regaló el universo durante mi tiempo en Sevilla; aprendí mucho de él y me siento muy agradecida de haberlo conocido.
Desde Sevilla me fuí a la Sierra de Cádiz para visitar amigos allí. Cuando me mudé a España al fin de 2014, viví en La Sierra de Cádiz durante casí un año antes de mudarme en Sevilla. Este fin de semana marca el fin de una temporada para mi; ya no volveré a vivir en Sevilla. Ha sido muy bonito pero siento en mi corazón que tengo que empezar 2024 en otro sitio, dedicandóme a mi crecimiento personal y profesional en una nueva dirección. Realmente llevo semanas – si no meses – con esta llamada interior.
Este fin de semana es una despedida, físicamente y enérgeticamente. Tenía planeado que terminaría mi etapa en Sevilla con mi maestría de Reiki, me pareció una forma realmente bonita de cerrar el año y despedirme.
Y así fue: muy bonito. Pasé ratitios mágicos con amigas mias y a cada una de ellas las dí Reiki el viernes, el sábado y el domingo que me llevaron a mi día de maestría, el lunes. No lo había planteado antes de visitarlas, todo salío de forma natural al quedar con ellas y al pasar un buen tiempo juntas: quería compartir otra cosa con ellas.
Y hoy me voy de nuevo, vuelvo a Portugal con el corazón lleno. Acabo de terminar mi iniciación a la maestría de Reiki; que viaje más bonito. Hasta el último momento el universo me dejó saber que, si, mi corazón y mi intuición me están guiando dónde tengo que estar. De camino a la casa de mi maestra de Reiki ví esto :):
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